La Bicicleta como medio de transporte en Nuevo León

La bicicleta como medio de transporte es algo que se debería buscar promover por parte de los órganos de gobierno locales en cada uno de nuestros municipios para evitar el aumento desmedido por parte del uso del automóvil, el cual trae como consecuencia desde enormes embotellamientos en circuitos viales transitados frecuentemente, hasta un aumento considerable de la contaminación.

El uso del automóvil en Monterrey, y quizá en todo México, es un asunto muy cultural. Por lo general nos acostumbramos a viajar en coche cuando somos niños y por lo general cuando llegamos a la adultez y comenzamos a trabajar, vemos como casi una obligación el comprar un auto y usarlo para nuestra movilidad diaria.

Antes de comenzar, aclarando, no tiene nada de malo tener o usar el coche, es una herramienta muy útil que ha facilitado la vida a millones de personas y familias en el mundo. Sin embargo, es importante contar con alternativas. Hay personas quienes si no tienen coche simplemente no se mueven, o lo tienen y lo quieren utilizar hasta para que se pueden hacer caminando. Esta educación cultural que hemos formado alrededor del uso del automóvil nos ha enseñado a ver las alternativas al coche como únicamente el transporte público (taxi, Uber, camión) o de plano caminar.

¿Porqué? Podemos identificar diversas causas de que la gente no le de la oportunidad a la bicicleta como medio de transporte.

El tráfico es peligroso

Una de las razones que tiende a presentarse más frecuentemente, es que el tráfico es peligroso. Y lo es. Los conductores en ésta ciudad manejan con mucha agresividad, muchas veces sin respetar normas de tráfico que deberían de ser sentido común para alguien que tiene licencia de conducir, como respetar los límites de velocidad, utilizar las direccionales para anunciar un cambio de carril o la intención de dar una vuelta, entre otros. Sin embargo, tenemos que recordar que la sociedad y la cultura son la suma de acciones y actitudes de parte de los miembros quienes la integran. Todos tenemos una parte de responsabilidad en ésta cultura vial que se vive en Nuevo León.

En algún punto, cuando comenzaba a usar la bicicleta, alguien me dijo “ten cuidado, hay mucho loco en la calle” y yo pensé que los locos somos todos, porque le permitimos a esa gente poseer una licencia de conducir cuando sabemos que no la deberían de tener.

La cultura cambia conforme las necesidades de la sociedad vayan cambiando, y el promover el uso de la bicicleta eventualmente debería de bajar el nivel de peligrosidad que se experimenta en las calles. Para esto, se necesita ayuda de los gobiernos, tomando acciones como crear espacios seguros, ciclovías, que la gente pueda utilizar, (DE VERDAD) sancionar a los autos que no las respeten, e incrementar la severidad de los castigos de los delitos contra los ciclistas.

Además de esto, requerimos acciones continuas para seguir fortaleciendo estas propuestas, y que no queden en el olvido como algunas ciclovías ya existentes. Se necesita darles mantenimiento constante y hacer cumplir las leyes correspondientes. Todo es un gasto que sabemos que es necesario, pero nunca se le había dado la importancia hasta ahora.

Adicionalmente, si no existe una infraestructura ciclista, es menos probable que los usuarios potenciales de la bici como medio de transporte se animen a utilizarla, ya que se sienten poco protegidos como usuarios de la bicicleta en una ciudad que prioritiza el automóvil.

Mientras no haya acciones, no hay cambio. Los automovilistas tienen que ver que los ciclistas existen y que hay consecuencias por no seguir el reglamento de tránsito.

Las distancias son largas

En Monterrey, ésto es un problema. La expansión de las zonas de vivienda ha alcanzado a municipios muy lejanos de donde se encuentran muchos de los lugares de trabajo (Típicamente en Monterrey o San Pedro).

Muchas personas viven a más de 20 kilometros de distancia desde su casa a el trabajo, lo cual complica el uso de la bicicleta como medio de transporte. La gente cita el cansancio y el sudor como una de las razones para no ir en bicicleta al trabajo, y es un argumento completamente válido y comprensible.

Esto aunado a un clima usualmente caluroso, no facilita la tarea de recorrer las calles.

A estas personas, yo personalmente les recomendaría llevarse el pedaleo lento. No necesariamente tienes que ir a máxima velocidad, y un viaje en bicicleta a velocidad moderada, lejos de ser cansado puede ser relajante. En cuanto al sudor y al olor corporal, recomendaría cargar con artículos de limpieza personal para utilizar en cuanto lleguen a su destino.

Si todo esto no les funciona, existe otra solución, que es la bicicleta eléctrica. Impulsada mediante un motor, la bicicleta eléctrica proporciona avance a una mayor velocidad con mínimo esfuerzo.

Fuera de los casos en que las distancias son muy largas para dos viajes diarios, existen quienes tienen su trabajo a 10 o 15 kilometros, que creo que esa es una distancia bastante aceptable. El tiempo estimado en esos casos es un recorrido de 15 a 20 minutos, lo cual es mucho más rápido que esperar el camión e ir todo amontonado en un recorrido de 30 minutos.

¿Y porqué sí?

Si bien existen muchas razones para no hacer tu recorrido al trabajo en bicicleta, también las hay para adentrarse en ello y hacerlo, éstas podrían ser:

Salud

La salud, creo yo, es de las razones principales por las cuales alguien debería querer usar la bicicleta para ir a trabajar. Muchos de nosotros que tenemos trabajos de oficina pasamos la mayor parte de nuestro día laboral sentados detrás de un escritorio. Luego llegamos a casa y nos sentamos a usar la tele, el celular o la computadora. Si a esto le sumamos que nuestro viaje al trabajo también vamos sentados en el carro, ya pasamos casi la mayor parte de nuestro día sentado.

Creo que es de conocimiento general el tipo de problemas de salud que el sedentarismo puede acarrear. La bicicleta puede contrarrestar el efecto de éste estilo de vida, siendo uno de los mejores ejercicios cardiovasculares y que hacen uso de una gran cantidad de nuestros músculos.

Además, existen estudios que indican que el uso de la bicicleta contribuye a una mejor salud mental, que también es hoy en día uno de los grandes problemas de salud que enfrenta nuestra ciudad por diversos motivos.

Emisiones de Carbono

Listo esto como segundo lugar, porque es un más fácil intentar convencer a alguien desde un punto de vista personal que uno global, sin embargo, es un punto muy importante que se tiene que mencionar.

Las emisiones de carbono son un problema real que afecta al mundo entero, y el uso del automóvil es un factor que contribuye a esto. En nuestra ciudad específicamente, es un problema real cuando ves al cielo y no puedes ver las montañas que deberían adornar nuestro horizonte.

Mucha gente piensa que son demasiado pequeñas para hacer un cambio, pero las acciones tienen un poder más allá del que podemos notar. En mi caso, yo empecé a usar la bicicleta al ver a un compañero llegar al trabajo en la suya. Las acciones inspiran. Si uno usa la bicicleta por cualquiera que sean sus razones, es casi seguro de que alguien más le seguirá el paso. Y si esas acciones ayudan a mejorar el bienestar general y personal de las personas, ¿qué estamos esperando?

Tenemos demasiados carros

Esto no es novedad. Tenemos demasiados carros en la ciudad, esto es especialmente notorio en las horas pico, el tráfico es masivo, provocando retrasos de hasta horas para que la gente llegue a su destino.

El tráfico genera contaminación, además de malhumorar a las personas que se ven afectadas, lo cual es algo negativo.

Construir más avenidas o expandirlas no es la solución. Mientras más espacio les des a los carros, más carros van a haber. La verdadera solución, como algunas ciudades del mundo lo han descubierto, es desincentivar el automóvil como principal medio de transporte para buscar alternativas. Eso es la movilidad sustentable.

Conclusión

Todo cambio empieza por un lugar muy pequeño, que es nuestra zona de control. No digo que el usar la bicicleta salvará al planeta. Pero al menos ayuda un poco.

Además, la bicicleta tiene muchos otros beneficios añadidos. Es un excelente ejercicio cardiovascular, te despeja la mente y te ayuda a desestresarte después de un día largo.

Creo que es cuestión de darle una oportunidad, a romper paradigmas e intentar medios de transporte alternativos

consideraciones para andar en bicicleta por la calle

  1. La bicicleta es una herramienta. Como toda herramienta, es importante que se vuelva una extensión de tí. Debes de saber cómo acelerar, cómo frenar, cómo funcionan tus cambios, acostumbrarte al peso. Muchas de las decisiones que uno hace en la calle, se hacen en el momento, y es importante tener la habilidad de enfrentarte a cualquier situación.

  2. La calle no es de nadie y es de todos. Es importante darse cuenta de que la calle está hecha para todo tipo de vehículo. Como ciclista, tienes la libertad de tomar tu espacio y exigir que otros lo respeten. El espacio del ciclista lo define por sí mismo, sin embargo, ésto le confiere la responsabilidad de ser cuidadoso. Aunque el ciclista tiene la autoridad de elegir qué espacio tomará para sí, el automovilista tiene el poder de elegir no respetar ese espacio. Por lo general, es mejor evitar imponerse, y ofrecer el paso en la medida de lo posible. Como ciclista, uno lleva las de perder en toda ocasión. También es importante reconocer el espacio que vas a tomar en cada momento y planear tus movimientos por adelantado, cuando sea posible, y telegrafiarlos a los conductores mediante señas.

  3. Es buena práctica, el transitar ocupando sólo el espacio necesario en la medida de lo posible, y de igual manera, exigir un espacio más amplio en calles con baches y pozos. Uno tiene que saber elegir sus batallas y adaptarse. Si tienes una avenida completamente sola, nada te impide el libre tránsito, siempre que seas cuidadoso. 

  4. Raciona tu energía. Especialmente en viajes largos, uno tiene que estar preparado para tramos pesados y todo tipo de situaciones que exigen más de nosotros. Trata de guardar tu energía para los tramos pesados cuesta arriba y cuando tengas qué acelerar. Trata de mantener tus esfuerzos a un nivel moderado en tramos planos. Con el tiempo uno va tomando medida de su propio aguante, pero un nivel moderado debería ser donde puedas avanzar a una velocidad deseada sin mucho esfuerzo. Si tienes cambios, aprovéchalos.

  5. De ser posible, planea tu ruta. Te evitará sorpresas.